LECT.DIARIAS 1998 | Lugar/Ort:
Fecha/Datum:26/07/1998 | Otros Lugares/Weitere Predigtorte:
| Año Eclesiástico/Kirchenjahr: | Libro Bíblico/Buchbezeichnung:Lucas 10: 25-37 | | |
Skopus: | | Lect. Diarias 1998 -Lucas 10:29 "Pero el maestro de la ley quería defender su pregunta, y dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?"
La parábola del samaritano misericordioso quiere dar una contestación de la pregunta del maestro, quien era convencido habiendo cumplido ya todas las condiciones de la fe. Con esta pregunta ataca a Jesús, el cual anda, según la opinión del maestro, un camino contra Moisés y sin los profetas. Pero Jesús dice que no la ley o los profetas separa el maestro de MI, sino una persona, el PRÓJIMO o concretamente el SAMARITANO MISERICORDIOSO. Se conocen ya en los documentos del pueblo Israel la figura del prójimo. Por este prójimo el maestro se separa de la fe verdadera, de la vida eterna. También para nosotros hoy es importante que no olvidamos lo que se realizó en el camino de Jerusalén a Jericó. Pensamos en el hombre caído en las manos de ladrones y asesinos, al borde del camino, saqueado y casi matado a palos. ¡Y cuantos seres humanos hoy hay, excluidos y expulsados de la comunidad normal, sin trabajo, humillados, hambrientos y empobrecidos, por la nueva onda de un capitalismo misantrópico, Reconocemos en nuestra parábola que Jesús se presenta como el samaritano misericordioso, es el prójimo, a quien nosotros hemos de amar. Jesús está en el centro del relato. Él está en el camino de nuestra vida para ayudarnos en nuestros problermas y dificultades. Lamentablemente el maestro no quiere aceptar a este Jesús como la ayuda para su vida. En una arrogancia sin igual cree que ha hecho y cumplido ya todo lo que se necesita para vivir en la fe verdadera y con el destino de una vida eterna. Jesús le dice con esta parábola: Todo te falta para tu salvación, YO te falto. El Señor dice hoy esto a todos nosotros, también a nosotros, cristianos, que nos apartamos en nuestra fe siempre más de este centro, de Él. Necesitamos hoy su amor y su ayuda para poder vivir y morir. Aceptando a Él y su ayuda, nos se acerca el pobre, que tiene hambre y está cayendo en las manos de los ladrones de diferentes clases, en la esperanza que seamos para él el samaritano misericordioso. El Salvador nos dice: "Anda, y haz tu lo mismo," como yo he hecho a ti.
|
|