LECT.DIARIAS 1993 | Lugar/Ort:
Fecha/Datum:11/04/1993 | Otros Lugares/Weitere Predigtorte:
| Año Eclesiástico/Kirchenjahr: | Libro Bíblico/Buchbezeichnung:Mateo 28: 6 | | |
Skopus: | | Lect.Diarias 1993 -Mateo 28:6 "No está aquí, sino que ha resucitado, como dijo. Vengan a ver el lugar donde lo pusieron. Las mujeres se fueron rápidamente del sepulcro, con miedo y mucha alegría a la vez, y corrieron a llevar la noticia a los discípulos."
Esto sí que no lo esperaban las mujeres que fueron al sepulcro. Iban pensando en los últimos servicios que le querían hacer a Jesús; su Jesús, muerto. En el mundo de la muerte irrumpió la vida. "Jesús vive. Ha resucitado de entre los muertos." Se trata de un reconocimiento o una fe a la cual no han llegado por medio de experiencias humanas, sueños o reflexiones. Tampoco por ver la tumba vacía. Lo único decisivo e importante fue que "creyeron"la palabra que los fue anunciada. Se puede hablar de un milagro de fe, que quiere repetirse siempre de nuevo hasta el día de hoy. Y que se repite. ¿Quizás en nosotros haya sucedido este milagro de la fe? En medio de la desesperación de este mundo irrumpe de tiempo en tiempo, a la vista de todos, el reino de la vida. Jesús vive. También hoy cambia el mundo. Y El, el Señor, nos llama al servicio de una humanidad mejor, como testigos y colaboradores suyos. ¿Es para extrañarse que, frente a lo sucedido, las mujeres se llenen de alegría, porque la obra de Jesús no pudo ser destruida, y a la vez se sientan asustados, porque esto que acaban de vivir no se puede explicar con la razón, ya que ha sucedido en contra de toda razón? No salen de su asombro. Pero no pueden guardar para ellas lo que acaban de vivir. Esas mujeres fueron las primeras en escuchar el mensaje de esperanza, el mensaje acerca de la posibilidad de un nuevo comienzo en medio de un mundo destruido y lleno de muerte. Ellas se convirtieron en testigos de ese hecho milagroso y fueron inmediatamente a contar la gran novedad a los discípulos, las autoridades de la incipiente iglesia. En este marco recordemos que el primer testimonio de la resurrección fue dado precisamente a las mujeres, tan oprimidas y marginadas en aquella época.
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