3 BEERDIGUNG 107 | Lugar/Ort:Ana E.Hock de Herbel,deWagner
Fecha/Datum: / / | Otros Lugares/Weitere Predigtorte: Frau Marxsen geb. Schanzenbach-spanisch Conrad Popp -spanisch Jorge Schimpf -spanisch Friedrich Elsässer -deutsch Frau Fischer -deutsch Gauß -deutsch Jorge Wagner/Crespo -deutsch | Año Eclesiástico/Kirchenjahr: | Libro Bíblico/Buchbezeichnung:Efesios 2: 19 - Epheser 2, 19 | | |
Skopus: | | 3 Beerdigung 107 -Efesios 2:19 "Por esto, ustedes ya no son extranjeros en una tierra que no es suya, sino que son ciudadanos igual que todos los que pertenecen a Dios, los que son la familia de Dios."
El mensaje de este texto es para nosotros una noticia muy maravillosa. Dios fundó una familia con su nombre. familia de Dios, pueblo de Dios. Los que son miembros de esta familia, de este pueblo, se llaman HIJOS DE DIOS. ¿Quién es un miembro de esta familia, de esta iglesia? Todas las personas que, mirando a la cruz de Golgata, creen en Jesucristo. Se cantan en un himno: "El que mira a Jesucristo en la cruz, por la fe será salvado en la misma hora." Esta realidad, nuestro reformador Dr. Martín Lutero halló nuevamente en la Biblia, hace 400 años. Si somos cristianos, somos también miembros de la familia de Dios. Somos sus hijos. Siendo verdad esto, la muerte de una persona querida no significa para nosotros, cristianos, desesperación sin salidas, no obstante que conocemos las dificultades y problemas por la muerte. ¿Por qué aún en el morir de un cristiano, la fa sabe de una alegría que es más fuerte que la tristeza? Porque por la muerte entramos en la casa de nuestro Padre en los cielos. Por la muerte se cumple lo que significa ser un miembro de la familia de Dios, ser hijos de Dios, mirando a Dios de cara a cara. También hoy en este cementerio, pensando en nuestro difunto, la alegría quiere ser más fuerte que la tristeza. Nuestro difunto, entrado en la casa de Dios, ahora sabe de fondo lo que significa ser un miembro de la familia de Dios, ser hijos de Dios. La alegría de esta realidad brilla ya ahora en nuestra vida, porque estamos en el mismo camino con el mismo destino: las manos abiertas del Creador y Señor. La diferencia entre los difuntos y nosotros existe en que ello han alcanzado ya su destino, mientrás que nosotros aún estamos en el camino. Este saber es consolación verdadera. Todos nosotros, con nuestros difuntos, tenemos el mismo fin y destino. El apóstol Pablo dice en su Epístola a los Efesios: "Por eso, ustedes ya no son extranjeros en una tierra que no es suya, sino que son ciudadanos iguales que todos los que pertenecen a Dios, que son miembros de su familia."
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