2 Monatssprüche 1975/76- 04 | Lugar/Ort:Grabschental
Fecha/Datum:04/06/1978 | Otros Lugares/Weitere Predigtorte: Meroú, 2-7-1978 -spanisch- Reffino, 8-2-1976 -deutsch- Aldea Protestante, 7-5-1978 -deutsch- Meroú, 7-5-1978 -deutsch- Grabschental, 26-8-1978 -deutsch- | Año Eclesiástico/Kirchenjahr:Sent. Mens. 4-1975 - Monatsspr. April 1975 | Libro Bíblico/Buchbezeichnung:Filipenses 4: 13 - Philipper 4, 13 | | |
Skopus: Jesucristo nos da fuerzas. | | 2 Monatsspr. 1975/76 4 -Abril 1975-Filipenses 4: 13 "Puedo hacer frente a todo, pues Cristo es el que me da fuerzas."
Por versículos diferentes de sus epístolas, el apóstol Pablo expresa que por causa del Evangelio y del Reino de Dios vino en las situaciones más extremas de su vida, viviendo tiempos de gran alegría y felicidad y, empero, también de padecimientos graves y tristezas profundas. Leemos así: "Pues me parece que a nosotros los apóstoles Dios nos ha dejado en el último lugar. Somos como hombres condenados a muerte, hemos llegado a ser un espectáculo para que todo el mundo nos vea. A nosotros se nos considera tontos por causa de Cristo. - Hasta hoy hemos sufrido hambre, sed y falta de ropa; la gente nos maltrata, no tenemos hogar. La gente nos insulta, pero nosotros contestamos con palabras de bendición. Nos persiguen. Nos tratan como la basura del mundo como el desperdicio de la humanidad, hasta el día de hoy."
Con estas palabras es caracterizada la vida que el apóstol Pablo debía vivir. Como preso político vino finalmente a Roma, condenado a la muerte bajo el César Nerón y ejecutado después. Esto es un lado de su vida como un discípulos obediente de su Señor Jesucristo. En el otro lado como un apóstol del Señor, también vivía amor, alegría y agradecimientos de los miembros de las iglesias en Asia Menor, que testifican que por sus trabajos y predicaciones se han fundado estas iglesias. Con éstas vivía alegrías del tercer cielo. Las últimas palabras son la expresión para la alegría extática, como el apóstol Pablo escribió de sí mismo: "Conozco a un hombre que cree en Cristo, que hace catorce años fue llevado hasta el tercer cielo. No sé si fue llevado con cuerpo, eso no sé, solo Dios lo sabe, fue llevado al paraíso, donde oyó palabras tan secretas que no se le permite a ningún hombre decirlas." Pablo vivía su vida en una relación directa y personal con su Señor Jesucristo, como ningún otro apóstol. Esta su relación estrecha con su Salvador es la fuente permanente de su alegría. Así comprendemos lo que significa, diciendo en nuestro texto: "Puedo hacer frente a todo, pues Cristo es el que me da fuerzas", testificando su centro de todas las explicaciones en todas sus cartas. En el contexto, en que tenemos nuestro versículo dentro de la carta a los Filipenses, Pablo dice estas palabras para una situavión concreta. Recibió de los miembros de la congregación en Filipo dinero a favor de sus necesidades personales como donación y agradece mucho y su alegría es muy grande. Pero el no se alegra por su entonces mejor vida, posible por el dinero, sino es entusiasmado por este hacer de los filipenses, porque es una señal que su Señor obra entre los filipenses y que su Señor no le olvida en sus problemas y necesidades. Estas dos realidades son la fuente de su alegría. Ha aprendido, en la escuela de su Salvador, en el cumplimientos de su tarea como un colaborador de la realización del Reino de Dios en medio de este mundo, poner su confianza únicamente en este su Señor. En el contacto con El, las dificultades son solamente medias dificultades y las alegrías se aumentan. Pablo escribió algunas versículos antes así: "No lo digo por estar necesitado, pues he aprendido a estar contento con lo que tengo. Sé lo que es vivir en pobreza, y sé que es tener en abundancia. He aprendido a hacer frente a cualquier situación, ya sea estar lleno o tener hambre, tener de sobra o no tener nada." ¿Por qué fuerzas puede hacer todo esto? Pablo contesta: "Puedo hacer frente a todo, pues Cristo es el que me da fuerzas." Estas capacidades recibe cada hombre, siendo verdaderamente un cristiano. ¿¡Qué cambios en el mundo y en la humanidad se realizaría, cuando cada uno, llamándose cristiano, cada miembro de una iglesia cristiana, sería un colaborador de Jesucristo en la restauración de un mundo nuevo y mejor y en la instalación del Reino de Dios en medio de este mundo?! No existirían más miserias, pobreza, deshumanización, torturas, hambre, matanzas y cárceles. Se habla hoy mucho de un mejoramiento de la vida humana, conociendo también las posibilidades para esto. Después de cada cambio de un gobierno, por elección o por golpe, la gente se pregunta: ¿Se realizará lo que fue prometido - este mejoramiento esperado de la vida humana? Y después de pocos tiempos se debe vivir nuevas desilusiones. Todo está en la manera vieja y conocida. Nada se cambió. Pablo, un siervo de Jesucristo, tiene las fuerzas, por causa de su colaboración en la instalación del Reino de Dios, a padecer persecuciones, miserias y carencia, porqu sabe que por la relación personal con su Señor Jesucristo recibió tantas otras alegrías, las cuales no puede recibir de otros lados. Está lleno de una esperanza indecible sobre lo que quiere hacer su Señor a favor de todos los hombres. Enseguida hemos de preguntarnos: ¿Por qué es imposible que millones des hombres, llamándose cristianos, no colaboran en la restauración de este mundo, sino en contrario participan en actos que causan pobreza, hambre, brutalidades, corrupción, matanzas, torturas etcta.? ¿No se llaman injustificadamente muchos hombres según el Señor de la Iglesia CRISTIANOS, solamente, tal vez, porque fueren bautizados y confirmados? Pero eclusivamente los que viven en una relación personal y permanente, colaborando en la instalación de un mundo nuevo y mejor, con su Señor Jesucristo, pueden llamarse verdaderamente CRISTIANOS, los otros causan una deshonra no solamente del nombre de Jesucristo, sino también de la fe cristiana y el impedimiento de la instalación del Reino de Dios. Empecemos a buscar un nuevo contacto con nuestro Señor. Vivamos en una relación permanente con El. Entonces podríamos decir lo que Pablo dijo: "Puedo hacer frente a todo, pues Cristo es el que me da fuerzas", colaborando con El, quien instala un mundo nuevo y mejor. Esta colaboración vale la pena que nosotros también padecemos persecución, miseria y carencia, recibiendo en lugar de alegrías. Sí, una humanidad desilusionada espera de nosotros esta colaboración. ¿Qué dice el apóstol? "Puedo hacer frente a todo, pues Cristo es el que me da fuerzas."
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