-6-Kirchenj. bis Ewigkeitssonntag 32 | Lugar/Ort:Aldea Protestante
Fecha/Datum:01/11/1976 | Otros Lugares/Weitere Predigtorte:
| Año Eclesiástico/Kirchenjahr:Culto Ecum. en el Cementerio-ÖK.G.Friedhof | Libro Bíblico/Buchbezeichnung:Filipense 4: 4-5 - Philipper 4, 4-5 | | |
Skopus: También en el Cementerio en lugar de miedo alegria | | -6- Kirchenj. bis Ewigkeitssonntag 32 -Filipenses 4:4-5 "Alégrense en el Señor todo el tiempo. Repito: ¡Alégrense! El Señor está cerca."
¿Se puede hablar en un cementerio de alegría? Acá, donde muchos de nosotros han enterrado su esperanza; acá, donde muchos de nosotros piensan con miedo en su propia muerte. ¿No es irresponsable leer este texto?: "Alégrense en el Señor todo el tiempo. Repito: ¡Alégrense! El Señor está cerca." No, porque sabemos que Jesucristo por su vida, testifica y practica que está al lado nuestro, ayudándonos en todas nuestras situaciones. Otra vez: No, porque el Señor resucitado y vivo mismo venció a la muerte. La Pascua de la Resurrección nos enseña que también nosotros podemos vencer a la muerte, dejando entrar en la oscuridad del mundo de la muerte la luz clara de la alegría, la luz del mundo de la vida. Esta significación doble de la ayuda de Jesucristo para nuestro vivir y nuestro morir es el centro de todos los hechos y de todas las palabras de una congregación cristiana, reconociendo la realidad de nuestra palabra: "Alégrense en el Señor todo el tiempo. Repito: ¡Alégrense! El Señor está cerca." Sabiendo esto, sin embargo, tenemos la impresión que nosotros, llamándonos cristianos, fracasamos ante la realidad de la muerte. Por eso tenemos miedo a ella y estamos desesperados y sin consuelo, pensando en nuestros difuntos. Por eso no damos a nuestros moribundos la posibilidad de una preparación para una despedida digna de sus queridos y de este mundo, ocultándoles la gravedad de su enfermedad y estado. El que no conoce su situación grave no puede morir dignamente como cristiano. ¿Qué sentido tiene nuestra fe en el Señor Jesucristo, resucitado de entre los muertos, si no existe, ante la muerte, una diferencia entre paganos con ateos y cristianos. Nosotros, cristianos, tenemos el mismo miedo a la muerte como los ateos. ¿Qué falta en nuestra fe en Jesucristo? ¿En qué está este problema que escuchamos el mensaje alegre de Jesucristo y de su resurrección y con esto también de nuestra resurrección, confesando y repitiendo esta realidad en todos nuestros cultos, pero no aceptamos este mensaje para nuestra vida o nuestra muerte concreta o la de nuestros queridos, siendo sin consejo y consuelo como los no-cristianos. Busquémos, más intensivamente que hasta hoy, el contacto personal con Jesucristo, el cual es vida y es la luz del mundo, dándonos también en las valles de la muerte, alegría, para que aceptemos la palabra del apóstol Pablo como realidad en nuestro vivir y morir: "Alégrense en el Señor todo el tiempo. Repito: ¡Alégrense! El señor está cerca."
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