-5-Kirchenj. bis 14.S.n.Trinitatis 43 | Lugar/Ort:Diamante
Fecha/Datum:20/09/1980 | Otros Lugares/Weitere Predigtorte: Aldea Protestante, 21-9-1980 -spanisch- Cam./Puiggari, 21-9-1980 -spanisch- Reffino, 15-3-1981 -spanisch- Crucesitas 7, 27-9-1981 -spanisch- Grabschental, 8-11-1981 -spanisch- | Año Eclesiástico/Kirchenjahr:13 Dom.d. Trinitatis - 13.S.n.Trinitatis | Libro Bíblico/Buchbezeichnung:Lucas 10: 25-37 - Lukas 10, 25-37 | | |
Skopus: ¿Quién es nuestro prójimo? | | -5- Kirchenj. bis 14.S.n.Trinitatis 43 -Lucas 10: 25-37 "Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna? El le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees? Aquel, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás. Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo? Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó , y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese. ¿Quién, pues, de estos 3 te parace que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? El dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Vé, y haz tú lo mismo."
Según nuestro texto de predicación, Jesús debe ser probado o tentado. Bajo esto comprendemos que los escribas intentan llevar a Jesucristo en contradicciones a Dios y a su ley para poder castigarle duramente. El otro sentido de probar, intentar o tentar que significa, separar a Jesús de su Padre en los cielos, decidiéndose contra El, como en la historia de la tentación de Jesús por el diablo, hemos de excluir en nuestro texto. Sabemos que Jesucristo está en disputas muy graves, especialmente con los píos y con los responsables del pueblo Israel. No están conformes con lo que Jesucristo hace, diferenciándose fundamentalmente del actuar de ellos. Los píos rechazan las palabras de Jesús, pensando que El enseña en su propia responsabilidad y opiníon, sin preguntar por la Palabra de Dios en las Escrituras, dada a nosotros en tiempos anteriores. Ellos son hombres que no quieren o no pueden aceptar que este Jesús de Nazaret es el Hijo de Dios, con el poder como Dios mismo. No aceptan que este Señor con el poder divino tiene la autoridad para dar a su pueblo palabras nuevas como palabras de Dios. La pregunta del maestro de la ley que quiere llevar a Jesús en contradicciones a la palabra vieja de Dios, dice así: "Maestro, ¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna?" Es una pregunta que es hasta hoy la pregunta más importante y decisiva de todos los hombres. Es la pregunta por el sentido de la vida. ¿Vale la pena vivir como un ser humano en este mundo? ¿Qué resta aún de una persona después de su muerte? ¿Qué he de hacer para que mi vida tenga un sentido, para que ésta sea más que solamente un momento del tiempo cósmico que pasa enseguida? El escriba se equivocó, pensando que Jesucristo se dejaría llevar en contradicciones por nuevas contestaciones o soluciones. No contesta directamente, sino primeramente también pregunta al pío: "¿Qué es lo que está escrito en la ley? ¿Cómo lo lees?" Y deja contestar esta pregunta por el escriba mismo: "Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas las fuerzas, y con toda tu mente; y ama a tu prójimo como te ama a ti mismo." Jesús deja contestar al escriba su propia pregunta, dada a El, Jesús. Y después Jesús le pidió a actuar en este sentido, para que su vida tenga un sentido en esta tierra. Jesús y el escriba confiesan lo mismo, hablando de lo que nos abre el camino hacia una nueva vida: Ir este camino nos ha posibilitado Dios mismo. Lo que significa, pensando especialmente en la seguna parte de la contestación: "Ama a tu prójimo como te amas a ti mismo", no sabe el escriba, tal vez ya rechaza su expliocación en palabras y hechos por Jesús. Por ejemplo, para el pío el amor al prójimo está comprendido únicamente por la segunda tabla de los 10 mandamientos, como, los siguientes: "No mates; no cometas adulterio; no robes; no digas mentiras de nadie; respete a tu padre y a tu madre, etcta." Y en este entendimiento, el fariseo podía decir: "Todo esto lo he cumplido desde niño", como el jóven rico en otro texto. Jesús, empero, ha comprendido más extensamente el amor al prójimo, lo que podemos ver ya en la explicación de los 10 mmandamientos por Dr. Martín Lutero. "No robar" significa también: "Ayudar al prójimo a conservar y mejorar sus bienes y medios de vida." Y "No matar" es igual; "Ayudar y proteger al prójimo en todo peligro y necesidad". Sí, Jdsús dice aún más: "Tengan amor para sus enemigos", y "Bendigan a los que les maldicen", y "Hagan bien a los que les odian", y "Oren por los que les insultan y les maltratan". Todo esto, Jesucristo ha practicado del principio hasta su fin, del pesebre en Belén hasta la cruz de Gólgota. Jesucristo ha practicado este amor a us prójimos, este amor a todos nosotros. Y ¿qué hace nuestro amor? Este amor tampoco, el escriba quiere aceptar. Esto está claro que la intención de este escriba, llevar a Jesús en contradicciones está fracasada. El hacer y el hablar de Jesucristo no son otras palabras de Dios, que las del escriba, solamente el Señor no se escapa del cumplimiento verdadero de este amor a sus prójimos. El Señor tampoco piensa que el cumplimiento de este amor sea exclusivamente no hablar mal contra el otro, no mentir al prójimo, no engañar a el, sino para Jesús este amor significa más. Para no ser descubierto en su fracaso, el escriba intenta a justificarse otra vez, preguntando a Jesús: "¿Y quién es mi prójimo?" Y ahora Jesús le dice, para dar una contestación la parábola del samaritano misericordioso. Un hombre en el camino de Jerusalén a Jericó es asaltado por ladrones, robado de todas sus cosas, golpeado y dejando en el camino medio muerto. A este hombre no se puede ayudar con predicar los 10 mandamientos, tampoco con la ley, sino únicamente con el amor práctico, un amor que Dios ya en el pueblo Israel recomendió, pero por Jesucristo fue vivido este amor como lo nuevo y como un ejemplo para todos nosotros. Y este amor, los píos, los superiores de los píos, los fariseos y los escribas no quieren practicar. De ellos leemos así: "Pero al verlo en el camino medio muerto, pasaron de largo." Hijos de Dios, miembros del pueblo de Dios pasaron y rechazaron la ayuda necesaria a este hombre, el cual no podía ayudarse mismo más. ¿No es lo que nos dice la parábola de Jesucristo, la situación real del mundo de hoy? Sabemos que hoy miles de personas mueren de hambre o están sin una cama, pero para nosotros esta realidad no nos interesa. Hoy miles de personas son torturadas y otros miles de familiares de desaparecidos, son sin esperanza y sin noticias y nosotros pensamos que no es de interés para nosotros. Por revoluciones y golpes de estado, por atentados y actos bélicos, mueren tantos seres humanos en el mundo actual que causa padecimientos indescriptibles y nosotros no decimos nada, llamándonos aún cristianos según Jesucristo, el cual practicó por hechos y palabras lo que significa amor a nuestros prójimos. Felizmente se realiza lo mismo como en la parábola del samaritano misericordioso, que hombres que no son cristianos, que no son miembros del pueblo de Dios, aman, practican amor a los que son caídos bajo los ladrones y mataderos, extendiendo sus manos de ayuda a los que sufren y padecen, como en la parábola ayudó el samaritano. De el leemos así: "Pero un hombre que no era un miembro del pueblo de Dios, un samaritano, que viajaba por el mismo camino, al verlo,, sintió compasión. Entonces se acercó al hombre, le curó las heridas con aceite y vino, y le puso vendas. Luego lo subió en su propia bestia, lo llevó a su alejomiento, y lo cuidó allí. Al día siguiente, cuando el samaritano se iba, sacó 2 monedas, y las dio al dueño del alojamiento y le dijo: Cuida a este hombre, y si gastas algo más, te lo pagaré cuando yo vuelvo." Esto es un ejemplo de lo que significa: "Ama a tu prójimo como te amas a ti mismo." Ahora es importante lo que Jesucristo dice al escriba y que tiene validez también para nosotros hoy: "Anda, y haz tu lo mismo." Pero en esta parábola está aún un secreto, lo que no se puede reconocer fácilmente. Ya muchas generaciones de teólogos no han notado esta especialidad de nuestro texto. Antes de que Jesucristo dice al escriba: "Anda, y haz tú lo mismo", El le pregunta: "¿Cuál de estos tres te parece que fue el prójimo del hombre que fue asaltado por los ladrones?" Solamente puede ser la contestación "el que tuvo compasión de él". Ahora, pensando en el comienzo de la predicación, donde el escriba pregunta a Jesús, ¿quién es el prójimo para ser amado por él? y El le contesta por la parábola, el SAMARITANO MISERICORDIOSO (no el que es caído bajo los ladrones), entonces Jesús primeramente quiere testificar: "Yo, Jesús de Nazaret, soy el samaritano misericordioso, y Ud., el escriba, el pío, es el que necesita urgentemente esta ayuda. El Señor está listo para darle esta ayuda. Jesucristo dice más: Reconoce a ti mismo como una persona que solamente por mí, el Salvador, recibe el sentido de su vida. Solamente por la ayuda del Señor, el escriba puede reconocer sus tareas en este mundo. Solamente por Jesucristo, la vida permanece más que solamente hasta la muerte. Solamente el que acepta a Jesucristo como su ayuda, puede ser un samaritano para otros. Así termina la intención del escriba llevar a Jesucristo en contradicciones en una invitación de este Señor a este pío, a aceptarle como su Salvador y Señor, el cual da ayuda. Esta invitación piensa también en nosotros, y aceptándolo podemos dar también a nosotros la ayuda que necesitan para superar todas las dificultades de su vida. Solamente el que recibió ayuda puede ayudar a otros.
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