-5-Kirchenj. bis 14.S.n.Trinitatis 40 | Lugar/Ort:Camarero/Puiggari
Fecha/Datum:28/05/1978 | Otros Lugares/Weitere Predigtorte: Diamante, 9-8-1978 -spanisch- Aldea Protestante, 24-9-1978 -spanisch- Aldea Protestante, 5-9-1971 -deutsch- Grabschental, 20-2-1972 -deutsch- Reffino, 27-8-1978 -deutsch- | Año Eclesiástico/Kirchenjahr:13 Domingo d. Trinitatis-13.S.n.Trinitatis | Libro Bíblico/Buchbezeichnung:Génesis 4: 1-16a - 1, Mose 4, 1-16a | | |
Skopus: Caín - el ser humano también de hoy | | -5- Kirchenj. bis 14.S.n.Trinitatis 40 - Genesis 4:1-16a "Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón. Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra. y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda, pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante. Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te han ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él. Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató. Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? Y él dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. Cuando labras la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra. Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi castigo para ser soportado. He aquí me echas hoy de tu tierra y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjereo en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará. Y le respondió Jehová: Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallare. Salió, pues, Caín de delante de Jehová."
En esta predicación del fratricidio por Caín, según las primeras páginas de la Biblia, se presenta ya brutalmente la realidad y la verdad de la vida humana y de la historia del mundo: Envidia, odio, disputas, explotación, homicidio, asesinatos, robos, engaños. secuestros, violencia de todos los lados, rebelión, revolución y guerras. Estas realidades de la vida humana son como la sombra de una característica segunda de la humanidad, acompañándonos a cada paso. Caín no es una persona de la mitología, tampoco una figura de una novela, sino el hombre, el ser humano de ayer y de hoy, tu y yo. En muchos casos, nuestra vida entre esposos, entre padres e hijos, entre hermanos, familiares, vecinos y conocidos, entre patrón y peón, entre gobernantes y gobernados, está cargado por esta sombre de la característica segunda de la humanidad. En lo que se realiza hoy, en medio de este mundo, reconocemos el rostro cruel del fratricida Caín, también en lo que se realiza actualmente en nuestro país. Podemos y debemos escuchar la exhortación de Dios: "¿Caín, dónde está Abel, tu hermano, tu prójimo?" Esta predicacioón de tiempos antiguos es actual y moderna que se piensa que se realizó en nuestro tiempo por primera vez. ¿Qué causa tiene la destrucción de las relaciones entre los seres humanos? ¿Por qué queremos ser los señores del mundo, también sobre los otros hombres, aceptándonos solamente a nosotros mismos. La predicación sobre Caín nos da contestación a nuestras preguntas: Porque nosotros hemos destruido nuestra relación con Dios, nuestro Creador. No aceptando el señorío de Dios, nosotros mismos gobernamos el destino de este mundo y de la humanidad, según nuestra propia voluntad. Lamentablemente presentamos nuestra voluntad y decisión como las de Dios y piden el mismo respeto. Queremos ser dioses. Caín no quería aceptar el juicio divino sobre sí, sobre su hacer, sobre su obrar religioso. Escuchando que Dios dejo a su hacer un NO y al hacer de su hermano Abel un SI, Caín se rebela contra su Creador, siendo un juez injusto, piensa. Nuestro texto nos dice el motivo exacto, porque el hacer de Caín y su ofrenda no son aceptadas por Dios, tampoco el motivo de la aceptación de Abel. Leemos solamente así: "Y miró Dios con agrado a Abel y su ofrenda, pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya." Porque nuestro texto no da una contestación a la pregunta por los motivos de Dios, nosotros tampoco podemos explicar, por ejemplos, las ceremonias religiosas y las costumbres bíblicas de Abel. Dios también hoy es único juez de todas nuestras tradiciones, ceremonias y costumbres. Existen voces que dicen que Dios no acepta más todas estas cosas, sino exclusivamente como señal característica de nuestra fe el amor a los prójimos. En esta forma yo no puedo hablar, pero, sí, hemos de decir, que Dios nos dice todos los días lo que espera de nosotros, para salir aprobados en su juicio sobre nosotros. Caín no salió aprobado y no acepta este juicio, sino se rebela contra su Creador. Esta rebelión se manifiesta en la vida de Caín como invidia y odio y el resultado final es al asesinato a su hermano Abel. En este hacer de Caín reconocemos en una manera inolvidable la situación nuestra. De un lado la humanidad actual vive en una rebelión inexpresable contra Dios, anunciando su muerte, no aceptando su palabra, proclamándose como dioses, como únicos señores de este mundo. Y de otro lado se forman siempre más sangrientas las relaciones dentro de la humanidad y la vida humana siempre más se cambia en un infierno. Por la destrucciíón de la relación con Dios, Caín ni puede reconocer que el Creador aún en la tentación y ante su hecho malo, quiere salvarle como tampoco hoy la humanidad puede ver que Dios tenga pensamientos de la paz con todos nosotros. "¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? Sí bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieras bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a tí será su deseo, y tu te enseñorerás de él." Sin la ayuda de nuestro Creador, andamos en una catástrofe. Pero esto debemos saber que todos nosotros hemos de justificarnos ante Dios en nuestro hacer contra nuestro prójimos. No podemos huir del juicio de Dios. El es más rápido que nosotros y siempre nos alcanzará. "¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. Ahora pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra." Y ahora en esta situación, bajo las acusaciones graves de Dios, el hombre se resigna y se desespera. Vive su vida en el temor que lo que hizo contra su hermano recaerá sobre si mismo: "Sucederá que cualquiera que me hallare, me matará." Este es el mundo, formado por nosotros, sin Dios. Temor, desesperación, odio y asesinato, torturas, destrucción, asaltos, guerras civiles y guerras. Sin una intervención del lado de Dios, nos acercaremos siempre más al fin terrible de nuestro mundo, a un fin preparado por nosotros. El que no acepta a Dios y su ayuda y su palabra, vivirá en un mundo cruel y en destrucción, cambiado de un paraíso en un infierno, pero ha puesto aun para este mundo la señal de esperanza, como también en la vida de Caín. El no nos abandona a nosotros, tampoco a este mundo, sino deja brillar en el en toda la oscuridad la luz de la salvación. Aún hoy decimos que por Dios mismo, nuestro mundo no seraá un mundo perdido: "Entonces Dios puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara." Por esta realidad del actuar de Dios, la vida de Caín y también de nosotros tiene todavía valor, tiene un sentido. Esta esperanza para un mundo con temor y desesperación y asesinatos y, acercándose a su fin terrible, fue afirmado por Jesucristo, Hijo de Dios, enviado por el Creador a nosotros para luchar contra temor y desesperación y odio y asesinato y para salvarlo del fin terrible y para preparar una paz amadera. "Firme y alta está la cruz de Gólgata, esperanza para hombres sin esperanza, ayuda aún para condenados."
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