-5-Kirchenj. bis 14.S.n.Trinitatis 12a | Lugar/Ort:Aldea Protestante
Fecha/Datum:13/02/1972 | Otros Lugares/Weitere Predigtorte: Meroú, 28-5-1972 -spanisch- Camarero/Puiggari, 24-3-1974 -spanisch- Diamante, 29-12-1974 -spanisch- Aldea Protestante, 1-8-1971 -deutsch- Grabschental, 20-11-1971 -deutsch- Camarero/Puiggari, 21-11-1971 -deutsch- Reffino, 17-9-1872 -deutsch- | Año Eclesiástico/Kirchenjahr:3 Domingo desp. de Trinitatis-3.S.n.Trinitatis | Libro Bíblico/Buchbezeichnung:Lucas 19:1-10 - Lukas 19, 1-10 | | |
Skopus: Encuentro con Jesús = igual como un cambio radical | | -5- Kirchenj. bis 14.S.n.Trinitatis 12a -Lukas 19, 1-10 "Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad. Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura. Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí. Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hasta arribo, le vio, y le dijo: Zaqueo. date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador. Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a algunos, se lo devuelvo cuadruplicado. Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido."
En la misma manera como con motivo de bendición nupcial o de una fiesta, honrada por la presencia de autoridades, o de un sepelio, acude de prisa la muchedumbre, por curiosidad, para ver a los novios o a las autoridades o para poder expresar su pésame a la familia del finado, también, hace 2.000 años, acudió la muchedumbre a Jesús, quien entraba a la ciudad Jericó. El Señor viene de Jerusalén y la gente quiere experimentar lo que nuevamente hace este Jesús. Los habitantes de Jericó ya han escuchado mucho de este predicador, de este profeta, que ayudó, por ejemplo, a los pobres y también a los malos. Se dicen que se han realizado maravillosas y extrañas. Y podemos comprender que también el jefe de los cobradores de impuestos acuda curiosamente a la calle para poder ver lo que Jesús hace. También hoy, la humanidad, viviendo en una sitiuación sin salidas, nuevamente pregunta por Jesús. Preguntan los cristiamos y los no-cristianos y los ateístas, los militaristas y terroristas y marxistas, animada o temerosamente. En el pasado de la humanidad aún no se ha hablado en esta manera de Jesús. Llegaría Jesús, hoy en día, entre nostros, las calles de las ciudades también estarían llenadas de gente. Repitimos: Zaqueo ha escuchado de Jesús y ahora espera su llegada y por este motivo subió a un árbol sicómoro, porque era pequeño de estatura. Preguntamos: ¿Conoce Zaquéo ya verdaderamente a Jesús? ¿Hoy en día, conocen ya todas las personas a Jesús, hablando de El? Para nosotros tiene una significación especial la pregunta: ¿Conocemos nosotros, cristiamos, ya a Jesucristo? ¿Sabemos quién Él es y lo que Él hace y obra y lo que Él espera de nosotros, para poder decir: Yo quiero ser un dicípulo de El? El que no le conoce aún, puede conocerle como se realizó con Zaqueo. Pero no se puede encontrarle en una manera curiosa. El que se acerca a El será entusiasmado totalmente. Este entusiasmo siempre es el resultado de un encuentro verdadero de una persona con Jesús. Hace algunos años, el presidente de la República Federal de Alemania, Dr. Heinemann, un cristiano serio y un socialista, dijo lo mismo con las palabras siguientes: "Un medio-cristiano siempre es una absurdidad compoleta." Zaqueo testifica que también una persona, habiendo encontrada a Jesús por curiosidad, por la posibilidad de una ayuda para el futuro o para una enfermedad, puede tener un encuentro personal y verdadero con El, el cambiador de la vida humana, causando un entusiasmo muy grande para El y su obrar. Zaqueo, queriendo ver a Jesús por curiosidad, no necesita esperar mucho tiempo, sino pronto escucha ya la voz de este Jesús: "Zaqueo, baja rápido, porque hoy tengo que quedarme en tu casa." Por eso también para nosotros, practicando interés para Jesús por tradición, por el bien de la humanidad de hoy, por una desilusión profunda, para Jesucristo, preguntando por su Palabra, hay aún la esperanza de un encuentro verdadero y personal. Aún hoy viven personas, las cuales conocen verdaderamente al Señor de todos los señores, a Jesús. Este encuentro con El, no significa un saludar tibio y cansado, sino la explosión de una bomba, la revolución personal y decisiva de esta persona. Realidades del pasado se destruyen y cosas nuevas se desarrollan en la vida personal, matrimonial, familiar, congregacional y comunitaria. Existe una traducción moderna en alemán de los 4 Evangelios. Un Evangelio de estos tiene el título: "Mensaja de Jesús que es dinamita para nuestro tiempo." El mensaje de Jesús, hallando a oradores y hacedores verdaderos, siempre causa una explosión, una revolución entre nosotros, pero una que no solamente destruye, sino una que también construye, ayudando y curando a todos y desarrollando una vida humana verdadera. El que tiene un encuentro com Jesús, no puede despedirse de El en la misma manera como ha saludado a El en el principio. Claro que medio-cristianos, cristianos tibios y cansados, no quieren o no pueden entender y comprender este actuar de Jesús y esta posibilidad de un encuentro con El para todos, para moralistas y criminales, para cristianos y ateístas, para gobernantes y gobernados, para militares y guerilleros. Jesús tiene dinamita de un cambio radical para todos, tamboén para nosotros. He dicho ya, que muchos miembros de nuestras iglesias cristianas tradicionales no quieren y no pueden comprender esta realidad, pensando que la Iglesia sea exclusivamente una comunidad para personas buenas y pías, sin propias ideas y pensamientos, por eso ya en nuestro texto leemos así: "Al ver esto, todos comenzaron a criticar, diciendo que Jesús había ido a quedarse en la casa de un pecador." Pero, ¿¡ qué pregunta Jesús por la opinión de los píos de su tiempo?! ¿¡ Qué pregunda El por lo opinión de nosotros, cristioanos tradicionales?! El es El que ayuda a todos. No repudia a nadie. A los orgullosos píos testifica que el resultado de un encuentro personal con El no significa un poquito de piedad o un poquito de cristianismo tradicional, sino una obediencia total, un cambio radical de su vida y de su mundo, causando una revolución personal y comunitaria con la promesa de Jesús: "Mira, yo hago nuevas todas las cosas." ¿En que forma se realizó ya la revolución personal en la vida del Zaqueo por el encuentro con Jesús? No olvidemos que era un hombre, trabajando y obrando para siempre más de pertenencias, de bienes y de dinero. Por el encuentro, Zaqueo reconoce a sus prójimos como pobres y en miserias, a los cuales ha perjudicado por su actuar fraudulento. ¿Reconocerá la humanidad de hoy también ya por un encuentro con Jesús que millones de personas viven en miserias y pobreza y en situaciónes de hambre, porque otra pequeña parte de la humanidad vive en riqueza y en abundancia, engañando a estos pobres. Zaqueo dice a Jesús: "Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de todo lo que tengo; y se he robado a alguno por engaño, lo voy a devolver cuatro veces más." ¿En que forma se realizará la revoluciín personal en nuestra vida, encontrándonos con Jesús, experimentando la dinamita del Evangelio? Todos nosotros hemos de dar la contestación de esta pregunta por nuestra vida, por nuestro actuar, tal vez por superación de nuestra desesperación u orgullo o codicia o columnias o acometividad, talvez también por un hacer activo para el bien de los otros. En cada caso, encontrando a Jesús en nuestra vida, se destruye lo viejo y lo malo y crece lo nuevo y lo bueno. Nos será dado otro entendimiento de la vida humana, personal, matrimonial, familiar, congregacional y comunitaria, con una alegría nueva, bajo la verdad de la palabra: "Mira, yo, Jesús, hago nuevas todas las cosas." Dios dénos este encuentro personal con Jesús para poder conocerle, para poder experimentar una revolución del amor, el cambio radical de nuestra vida, para poder oír la voz del Señor: "Hoy ha llegado la salvación a tu vida."
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