-3-Kirchenjahr bis Karfreitag 66 | Lugar/Ort:Camarero
Fecha/Datum:29/05/1966 | Otros Lugares/Weitere Predigtorte: Colonia Nueva, 4-6-1966 Diamante, 25-3-1967 | Año Eclesiástico/Kirchenjahr:Oculi | Libro Bíblico/Buchbezeichnung:Apocalipsis 5: 1 - 14 | | |
Skopus: El Cordero de Dios es digno de tomar el poder | | -3- Kirchenjahr bis Karfreitag 66 -Apocalipsis 5, 1-14 "Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos. Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos? Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo. Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo. Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos. Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra. Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono. Y cuando hubo tomando el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordro; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra. Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones, que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordro, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos. Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos."
Juan, el visionario, puede ver, como en un teatro, el Trono de Dios en el cielo. Dios está en el trono y tiene en sus manos un libro, cerrado por siete sellos. En este libro está escrito el Testamente de Dios. Por este testamento, El entrega la soberanía sobre los cielos y la tierra a otro. Ahora hay la pregunta grande: ¿Quién tiene la dignidad y competencia verdadera para gobernar los cielos y la tierra en lugar de Dios? Hay muchos que quieren gobernar, que quieren ser como Dios. Ya en el principio de la historia humana, los hombres querían construir una torre hasta los cielos, para tomar a Dios de su Trono y para sentarse mismos en éste. El hombre quiere ser como Dios. No solamente los hombres, los dictadores o tiranos quieren tener el poder sobre cielos y tierra, sino también el contrario de Dios, el diablo. Y entonces se oye la gran voz de un ángel, llamando al digno para gobernar, como está escrito en el Testamento de Dios. Ninguno se presenta. Hay reyes, políticos o presidentes que gobiernan sobre continentes, pero ninguno de estos es digno para ser el representante de Dios. Brutalidad, tiranía, soldados o bombas atómicas no son la suposición para gobernar los cielos y la tierra en el entendimiento de Dios. Y ahora se presenta ante el Trono de Dios, un cordero viviendo, pero tiene las señales de un cordero matado. Y este cordero recibe el Testamento de las manos de Dios y con éste, él recibe también el poder sobre cielos y tierra. Los dictadores, tiranos, reyes, presidentes no son los señores verdaderos, sino el Señor de todos los señores es Jesucristo, el cordero que fue matado por nosotros como un sacrificio. Por esto, Jesucristo ha tomado nuestras malicias a sí, por su padecer y morir. Él es nuestro Salvador que nos abre la puerta de los cielos por su cruz. Esto es verdad. Pero también es verdad: Él es el Señor de todos los señores. Él es el único gobernador verdadero del mundo. ¿Cómo cantamos?: "Jesucristo, rey y señor, suyo el poder, reino, honor. Otros nombres no valen hoy y siempre. Amén." Se reconoce: Las apariencias engañan en muchos casos. El débil, el pobre y el que es menospreciado, no siempre es ante Dios el débil y el pobre y el que es menospreciado. El que ha gobernado un continete, tal vez, es una nada en los ojos de Dios. Y este Jesús, con quien los gobernantes han jugado gato y ratón; el que fue muy pobre, a quien se han matado; este Jesús es el emperador verdadero, el rey de los cielos y de la tierra, en verdad. Todos los hombres deberán darle a El honra y gloria. Y el futuro de esta tierra, también el futuro nuestro está en las manos de este Rey Jesucristo. Sabiendo de su padecer y morir por nosotros y aceptando esta realidad, somos sus servidores. Y como sus servidores gobernaremos esta tierra en el fin del mundo con El. Y hoy, y en este tiempo de Pasión, no queremos olvidar que este corderito de Dios es el Rey y Señor verdadero de los cielos y de la tierra. Nosotros estamos en sus manos: "El cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza."
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