-3-Kirchenjahr bis Karfreitag 64 | Lugar/Ort:Camarero/Puiggari
Fecha/Datum:10/03/1979 | Otros Lugares/Weitere Predigtorte: Diamante, 18-3-1979 Reffino, 18-3-1979 Grabschental, 16-3-1980 Meroú, 16-3-1980 Aldea Protestante, 1-3-1981 | Año Eclesiástico/Kirchenjahr:Oculi | Libro Bíblico/Buchbezeichnung:Lucas 11: 27-28 | | |
Skopus: Menos piedad, pero más obediencia | | -3- Kirchenjahr bis Karfreitag 64 -Lukas 11, 27+28 "Mientras Jesús estaba diciendo estas cosas, una mujer entre la gente gritó: - ¡Dichoso el vientre que le tuvo y los pechos que mamaste! Pero él dijo: ¡Dichososs más bien los que oyen lo que Dios dice, y obedecen! "
De los versículos anteriores sabemos que Jesús está en disputas muy graves con sus adversarios y enemigos, los le acusan que sea un adepto del diablo, utilizando este poder oscuro para hacer milagros y para ayudar a la gente. Jesús, empero, les dice: Cuándo yo mando a la oscuridad y ella me obedece, o cuándo según mi palabra este poder oscuro debe liberar a sus esclavos, entonces esto sería la prueba que que yo tenga un poder más grande que todos los poderes del mundo que quieren dañarnos. Con esto Jesús testifica que El es el representante del Reino de Dios en esta tierra. Siendo verdad esto, hemos de aceptar seriamente este Reino de Jesucristo, orientándonos en hacer y hablar según la reglas de este nuevo mundo. No somos más esclavos del poder diabólico, sino hombres verdaderamente libres según la creación por Dios, cumpliendo en esta tierra nuestras tareas. La realización del Reino de Dios en medio de nosotros requiere un actuar de nuestro lado, conforme a las reglas de este Reino, en nuestra vida diaria; requiere un hacer según la Palabra de Dios. ¿Hemos comprendido ya que la vida de un cristiano se forma en otra manera que la de un no-cristiano? Todo lo que somos y tenemos, está bajo el mando de este Jesús de Nazaret, el cual quiere ponernos en su servicio a favor de la liberación de todos los hombres de todas las esclavitudes, igual qué forma, sean vicios personales o ideologías o poderes políticos, del Estado o de finanzas, a los cuales nosotros nos hemos vendido, imposibilitando vida humana. En nuestros dos versículos del texto bíblico: "Mientras Jesús estaba diciendo estas cosas, una mujer entre la gente gritó: - ¡Dichoso el vientre que te tuvo y los pechos que mamaste! Pero él dijo: ¡Dichosos más bien los que oyen lo que Dios dice, y obedecen!" Jesús nos dice que El conoce nuestros esfuerzos por la negación de nuestra obediencia, poniendo en lugar de esta obediencia religión y piedad. Por nuestro texto bíblico, Jesús ataca directamente ya en el tiempo de su vida, el culto a favor de la María con todas las formas de la piedad, en la Iglesia Católica Romana. De voces como: "¡Dichoso el vientre que te tuvo y los pechos que mamaste!" el Señor no quiere saber nada. Estas palabras son semejantes a las que dijo en otro lugar: "¡Quienes ya son mi madre y mis hermanos! Cualquiera que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre." No, en este texto como en el de nuestro sermón, se trata de la obediencia total a nuestro Señor Jesucristo y su palabra. Utilizando la definición religión o piedad para nustra fe cristiana, hemos de decir así: La mejor adoración o piedad es la que expresa en su vida diaria su obediencia total a la Palabra de Dios: "¡Dichosos más bien los que oyen lo que Dios dice, y obedecen!" Lo que significa esto podemos reconocer exclusivamente en lo que Jesucristo dijo e hizo. Es El que practicó lo que dice el primer mandamiento: "Yo soy Jehová, tu Dios. No tendrás dioses ajenos delante de mí", y como Martín Lutero explicó: "Debemos temer y amar a Dios y confiar en El sobre todas las cosas." Jesucristo practicó este amor a su Padre en los cielos y dio su obediencia total por lo que practicó el amor de Dios a nosotros, hombres, ayudándonos en tantos problemas y dificultades, guardándonos en peligros que traen otros hombres o poderes sobre nosotros. Porque estos otros hombres y poderes se sientieron molestados en su no-hacer a favor de humildes, pobres y esclavizados, han empezado la lucha contra Jesucristo, para hacer fracasar su obra. En esta lucha, los enemigos han pretendido que Él sería en el servicio del poder malo, siempre con la idea seducir al pueblo a luchar contra su ayudador y Salvador y a gritar: "¡Fuera, fuera con ése! De El no queremos saber nada. ¡Crucifícalo, crucifícalo!" En esta disputa con sus enemigos, en esta ayuda a favor de todos los hombres, los cuales gimen y padecen, Jesús no deja impedirse, sino está listo ir en la muerte por su obediencia a su Padre en los cielos. Por eso podemos comprender que El espera de los suyos, de los cristianos, que ellos le siguen en este su camino: "¡Dichosos más bien los que oyen lo que Dios dice y obedecen!" Con esto, los suyos colaboran en la realización del Reino de Dios en este mundo en medio de nosotros, cambiándonos en hombres verdaderos e impediendo que el reino de la oscuridad nos esclaviza más, tampoco puede aniquilarnos. Con su palabra: "¡Dichosos más bien los que oyen lo que Dios dice, y obedecen!" Jesús también nos llama para ser obedientes cristianos, aún en el caso que viene sobre nosotros un tiempo de pasión también en una manera semejante como sobre nuestro Señor y Maestro.
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