-3-Kirchenjahr bis Karfreitag 63 | Lugar/Ort:Meroú
Fecha/Datum:26/09/1976 | Otros Lugares/Weitere Predigtorte: Camarero/Puiggari, 26-9-1976 -spanisch- Diamante, 9-10-1976 -spanisch- Grabschental, 21-11-1976 -spanisch- Aldea Protestante, 1-5-1977 -spanisch- Chilcas, 17-6-1978 -spanisch- Grabschental, 3-3-1974 -deutsch- Camarero/Puiggari, 9-3-1975 -deutsch- Reffino, 16-3-1975 -deutsch- Aldea Protestante, 5-10-1975 -deutsch- Meroú, 9-11-1975 -deutsch- Chilcas, 17-6-1978 -deutsch- | Año Eclesiástico/Kirchenjahr:Reminiszere | Libro Bíblico/Buchbezeichnung:1 Tesalonicense 4: 1 - 7 (8) | | |
Skopus: Lo que significa ser un SANTO | | -3- Kirchenjahr bis Karfreitag 63 1 Tesalonic. 4,1-7(8) "Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más. Porque ya sabéis qué instrucciones os dimos por el Señor Jesús; pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornificación; que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; no en pasión de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios; que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado. Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación. (Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio du Espíritu Santo."
El Antiguo Testamento ya testifica que un hombre, siendo un miembro del pueblo de Dios, es llamado SANTO, lo que repite siempre y siempre el Nuevo Testamento. Por eso dice nuestro texto: "Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación." o según otra traducción: "Lo que Dios quiere es que ustedes vivan entregados solamente a él", como también el Antiguo Testamente explica: "Dios dice: Serán ustedes, pues, santo, porque yo soy santo." ¿Qué significa esto: Vivir santamente o ser santo o estar en la santificación o vivir entregado solamente a él? Contestamos: Un hombre santo es un hombre, llamado por Dios para el servicio, para obrar en el Reino de Dios. Nosotros, cristiansos, no comprendiendo exclusivamente nuestra fe como religión, como piedad tradicional, somos hombres que fueron llamados por Jesús de Nazaret al servicio en medio de la humanidad. Aceptando este llamado y empezando a servir en el sentido de Jesucristo, somos santos, según la Palabra de Dios. Lo mismo hemos de decir de una congregación cristiana o de una iglesia. Por eso confesamos con el Credo Apóstolico en el tercer capítulo: "Creo en el Espíritu Santo, la santa iglesia cristiana, la comunión de los santos." Hemos dicho ya que un cristiano es un santo, el que acepta su servicio a favor del Reino de Dios. Claro está que nosotros no podemos controlar la santidad de un cristiano como hacen algunos grupos dentro de la cristiandad, también algunas iglesias, como la Iglesia Adventista o la Iglesia Católica Romana. La última controla y examina la vida de un creyente por su santidad, por el cumplimiento de todas las leyes divinas y eclesiásticas y despúes dice de una persona que sea santa o no. Sí, cree en la posibilidad de que un hombre cumple más las leyes que necesita hacer según la voluntad de Dios. Y la Iglesia Adventista está controlando siempre la vida de sus creyentes por su santidad, con la posibilidad de expulsar a miembros de su comunidad. De lo que un santo cumplió más que debía, la Iglesia Católica Romana puede dar en su práctica penitencial a otros que no han cumplido las reglas pías. En estos entendimientos de la santidad, no piensa el apóstol Pablo. Según él, un santo es un hombre, llamado al servicio para Jesucristo y el que también empezó a cumplir con sus deberes y un hombre que también en su vida personal empieza a vivir según la voluntad de su Señor. Por eso tenemos en casi todas las cartas del Nuevo Testamento instrucciones para una vida santificada de los cristianos. Por nuestro texto, el apóstol Pablo presenta 2 problemas en las relaciones de la vida humana que causan dificultades en la santificación de un cristiano. El primer problema es, que Dios nos creó como varón o mujer con es destino de una ayuda mutua para poder cumplir mejor las tareas de la vida humana y superar todos sus obstáculos. También existe la diferencia de los hombres en varones y mujeres en la posibilidad de la instalación del matrimonio para ser ayudantes del Creador en la renovación permanente de la humanidad. La relación entre varón y mujer está destinada por ayuda, amor y sexualidad mutua, pero esto solamente es posible, libre y alegremente, dentro de la institución del matrimonio, dada y bendecida por el Creador mismo. En el mundo actual, empero, está, especialmente en este aspecto de la relación entre varón y mujer, la vida humana en confusión, negando las reglas divinas de la instalación matrimonial. Por eso, existen muchos problemas graves entre nosotros. El apóstol Pablo dice por nuestro texto a los tesalonicenses que cristianos, llamados al servicio para Jesucristo, por eso siendo santos, en el aspecto de las relaciones entre varónes y mujeres, empiezan a preguntar por la voluntad de Dios y empiezan a aceptar y a guardar las leyes de la institución del matrimonio para una ayuda divina para si mismos y también para otros. Pablo escribe: "Lo que Dios quiere es que ustedes vivan entregados solamente a él, que nadie tenga relaciones sexuales fuera del matrimonio, que cada uno sepa tener su propia esposa en pureza y estimación." El segundo problema de la vida humana está en la realidad que nosotros, seres humanos, necesitamos, del primer día de la vida hasta el último, la ayuda de los otros. Cada uno puede vivir únicamente en medio de seres humanos, los cuales me ayuden y es obligado a dar ayuda también a los otros. Sin esta ley divina no sería posible verdadera vida humana. Parte del pecado original comprende la realidad que hemos olvidado y negado también esta ley divina. Muchas veces pensamos que podemos ayudarnos de propias fuerzas, apoderándonos lo que es posible, sin preguntar por el otro. Nuestro mundo, por eso, es un mundo, en que uno engaña al otro, algunos grupos explotan a los otros, hasta la situación de hoy, donde millones de seres humanos deben morir de hambre porque algunos miles de personas quieren vivir aun mejor que hasta hoy. El problema social con su injusticia también de nuestro tiempo actual, está dentro de nuestro texto. El apóstol Pablo escribe a los tesalonicenses que un cristiano, llamado al servicio para Dios, siendo un santo, empieza, donde vive y trabaja, a terminar con los engaños, en sus formas múltíples, "a su hermano o a su prójimo." Resumiendo podemos decir que el apóstol Pablo, por dos realidades de la vida humana, en la relación entre varón y mujer, y entre los seres humanos, explica la santificación de un cristiano. Cada uno es responsable por su santificación ante su Dios, una santificación no es controlable por los otros: "Lo que Dios quiere es que ustedes vivan entregados solamente a él; que cada uno sepa tener su propia esposa en pureza y estimación. Que nadie engañe a su hermano."
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