-2-Kirchenjahr bis Estomihi 43 | Lugar/Ort:Camarero/Puiggar
Fecha/Datum:07/02/1971 | Otros Lugares/Weitere Predigtorte: Diamante, 8-5-1971 Reffino, 16-5-71 Meroú, 29-8-1971 Aldea Protestante, 4-3-1973 Camarero/Puiggari, 31-10-1976 | Año Eclesiástico/Kirchenjahr:Septuagesimae | Libro Bíblico/Buchbezeichnung:Gálatas 2: 16 - 21 | | |
Skopus: Jesucristo es el único centro de la fe | | -2-Kirchenjahr bis Estomihi 43 - Gálatas 2: 16 - 21 "Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado. Y si buscando ser justificado en Cristo, también nosotros somos hallados pecadores, ¿es por eso Cristo ministro de pecado? En ninguna manera. Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago. Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo."
En ninguna otra epístola, el apóstol Pablo escribió de tal manera vehemente como en la a los Gálatas. ¿Por qué? ¿Qué aconteció? Pablo había anunciado a los paganos en la provincia romana de Galacia que Jesús de Nazaret, por su vida ejemplar, por su hablar, por su padecer y morir, nos dió a nosotros una nueva esperanza, presentándonos un nuevo destino de la vida humana. Por Jesucristo y con El no solamente podemos superar todos los problemas, dificultades y miserias de esta vida, sino podemos ir también unos pasos más adelante en el desarrollo de la humanidad. Jesús nos abre nuestro campo visual para poder reconocer la bondad de Dios, habiéndonos dado nuestra vida. Según esta testificación del apóstol Pablo, muchos paganos querían andar con este Jesús por esta vida y hacia un nuevo futuro con esperanza. En la certitud alegre: "El que está unido a Cristo es una neuva persona; las cosas viejas se terminaron y todas son nuevas", estos paganos han destruido las relaciones religiosas con los dioses de su tiempo y no ponen más su confianza, en sus problemas y dificultades, en Encantadores, astrólogos o curanderos.Se ha fundado en la provincia de Galacia una iglesia de pagano-cristianos, los cuales tienen a Jesucristo como único centro de su esperanza, de su fe. No sabían nada de la importancia del pueblo Isarel, de Moisés, de la ley, del sábado o de la circuncisión. Está claro, que una iglesia de pagano-cristianos se diferencia fundamentalmente de la de judío-cristianos en Jerusalén, viviendo aún en la tradición del pueblo Israel y de la ley. Sabemos que en el principio, el apóstol Pablo ha luchado con la iglesia judío-cristiana primitiva en Jerusalén, con sus apóstoles Pedro y Jacobo, por la aceptación del camino especial de los pagano-cristianos, por la libertad de los pagano-cristianos de la tradición del pueblo Israel, de la ley, del sábado etcta. Solamente la esperanza en Jesucristo y el hacer según lo que El ha hecho y hablado, es el Centro, el FUNDAMENTO, de la fe cristiana. En cada situación, nuestro Señor nos dice nuevamente lo que espera de sus discípulos, de nosotros, de mí u de ti. Lo que El, Jesucristo, espera hoy de nosotros, no deba ser lo mismo como ayer o anteayer o hace 100 años. En un CONCILIO de los apóstoles en Jerusalén, se concedió a los pagano-cristianos la libertad de la tradición judía. El pagano no debía convertirse primeramente al judaísmo para poder ser un cristiano. Un cristiano no debía estar bajo la circuncisión, bajo la ley, bajo el sábado. En el concilio de los apóstoles en Jerusalén se ha afirmado expresivamente a Pablo como apóstol para los paganos, el cual puede predicar el Evangelio de Jesucristo en la libertad de la ley y de la tradición judía. Pero, Pablo había hecho sus experiencias duras con los judío-cristianos de Jerusalén, los cuales visitaban a los congregaciones pagano-cristianas en la pronvincia de Galacia, diciendo: Vosotros no sois cristianos verdaderos, no cumpliendo la tradición judía con la ley, con el sábado, con la circuncisión y con las reglas de comer. Más tarde entonces dijeron también a estos pagano-cristianos, los cuales se defienderon que Pablo había predicado a ellos el Evangelio de Jesucristo en la libertad de la tradición judía: Pablo no sea un apóstol verdadero, sino mentiroso. En esta situación, Pablo escribe esta epístola vehemente a los pagano-cristianos en la provincia de Galacia. Esta epístola tiene un único lema: La libertad de la ley y de la tradición judía por el Evangelio de Jesucristo. En esta epístola, de los fanáticos de la ley, Pablo escribe como de los "falsos hermanos". Exhorta a los Gálatas en una manera que no se conoce normalmente en sus cartas: "Me admiro mucho que ustedes estén dejando tan pronto a Dios, el cual les llamó por medio del amor que Cristo nos tiene, y que estén siguiendo un mensaje de salvación diferente. No es que en realidad haya otro mensaje de salvación. Lo que pasa es que hay algunos que les molestan a ustedes, y quieren cambiar el mensaje de salvación de Cristo. Pero si alguien les da a ustedes un mensaje de salvación distinto del que ya les hemos dado, que esa persona sea puesta bajo maldición, no soy yo mismo, o si es un ángel que venga del cielo." Se realizó una lucha muy dura, en que el apóstol Pedro, habiendo aceptado el camino especial de Pablo y de los pagano-cristianos en el CONCILIO en Jerusalén, en una situación en Antioquía se negó y no quería comer carne con los paganos-cristianos, por temor de los fanáticos de la ley. Pablo dijo a Pedro: "Hipócrita, tú, que eres judío, has estado viviendo como los que no son judíos, y no como judío; ¿cómo, pues, quieres obligar a los que no son judíos a vivir como judíos?" En algunos versículos de la epístola, Pablo escribe a los Gálatas, en qué manera, del centro del Evangelio, ha intentado a convencer a Pedro y Barnabás, y a los otros judío-cristianos que no solamente para los pagano-cristianos, sino tampoco para los judío-cristianos la ley de Dios o la tradición judía tenga importancia para la salvación: "Sabemos que ninguno será aceptado delante de Dios por haber hecho lo que manda la ley, sino únicamente por creer en Jesucristo. Por esto, también nosotros hemos creído en Jesucristo, para ser aceptados por medio de esta fe y no por haber hecho lo que manda la ley. Porque ninguna será aceptado delante de Dios por haber hecho lo que ley manda." Fuese posible que sea aceptado uno por haber hecho lo que la ley manda, fuese Pablo tal hombre, habiendo sido un fanático de la ley, entonces pudiese dar a la humanidad nueva esperanza sin Jesucristo. Pero todas las intenciones de esta manera del Pablo, del Pedro y de todos los otros fanáticos de la ley son fracasados. Por los judíos fanáticos con la ley, Jesús fue crucificado. La ayuda para todos nosotros, por Dios, como última posibilidad, viene exclusivamente de Jesucristo, resucitado, sin la ley. Según su vida y su palabra queremos vivir, sin preguntar por nuestro pasado, judío o pagano. "Por creer en Jesucristo, nosotros, judíos y paganos, somos aceptados delante de Dios, no por haber hecho lo que la ley manda." Por lo que el apóstol Pablo, también contra Pedro, subrayó que Jesucristo solo es el centro de la fe, explicando esta realidad en todas sus epístolas, el nos ha dado hasta hoy la posibilidad de una corrección en la cristiandad. Esto es muy importante, porque hay en cada época el peligro que cristianos no solamente tienen Jesucristo como centro de su fe, sino ponen en este centro con el Señor Jesucristo la ley, o a María, o al Papa, o a los Santos o nuevas ideas o remplacen a Jesucristo por esta otras personas o por la ley. Pero en una iglesia, aceptando las Escrituras Sagradas como fuente de la fe, siempre existe la posibilidad de un regreso al único centro: Jesucristo. Solamente El puede ayudarnos. Especialmente en el tiempo de hoy, como en ningún otro tiempo, cristianos como no-cristianos saben que en medio del cambio de épocas de hoy, solamente un único puede darnos esperanza, destino, sentido y futuro, Jesucristo, el cual es la mano de Dios de la ayuda para todos nosotros.
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