-1-Kirchenjahr bis Weihnachten 112 | Lugar/Ort:Grabschental
Fecha/Datum:23/12/1979 | Otros Lugares/Weitere Predigtorte: Grabschental, 25-12-1979 -deutsch- Christtagsgottesdienst | Año Eclesiástico/Kirchenjahr:1 Domingo después de Navidad-1.Sonnt.n.Weih. | Libro Bíblico/Buchbezeichnung:Lucas 2: 33-40 - Lukas 2, 33-40 | | |
Skopus: En el Nino salvación o condenación | | -1-Kirchenjahr bis Weihnachten 112 - Lucas 2: 33-40 "Y José y su madre estaban maravillados de todo lo que se decía de él. Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, este está puesto para caída y para levantamientos de muchos en Israel, y para señal que será contradicha (y una espada traspasará tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones. Estaba también allí Ana, profetiza, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad, y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones. Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén. Después de haber cumplido con todo lo prescrito en la ley del Señor, volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él."
De Navidad sabemos que las personas siguentes, alrededor del pesebre, tienen una importancia muy grande: Además de José y María, son los ángeles y los magos paganos del oriente. También sabemos que la autoridad estatal empieza una persecución sangrienta de niños y que los superiores de los píos apáticamente callan, negando lo que se realizó en la Nochebuena. Pero nuestro texto dice también que 2 de los píos formaron una excepción. El Simeón viejo reconoce a este niño Jesús, presentado según la tradición y costumbre por sus padres algunos días despúes del nacimiento, en el templo como el Mesías de Dios. Simeón se alegró tanto sobre el cumplimiento de su esperanza en la salvación del pueblo Israel, del pueblo de Dios que podría morir consoladamente. Su vida, por este cumplimiento, perdió su valor. El confiesa: "Señor, ya puedes dejarme morir en paz, por que has cumplido lo que prometiste a tu siervo. He visto con mis ojos al Salvador que has puesto delante de toda la gente. El es la luz que ha de alumbrar a los que no son de Israel, y dar honor a Israel tu pueblo." Y la segunda excepción es Ana, una viuda con 84 años, una servidora de Dios; la cual reconoció también en el Niño al Salvador de los hombres y sobre todo esto alabó a Dios y contó a la gente de esta maravilla. En el centro de nuestro texto está la palabra de Simeón, que dijo de Jesús, bendeciendo a la madre María: "Mira, este niño está destinado a hacer que mucho en Israel caigan o se levanten. El será una señal que muchos van a rechazar." Esto significa que ya en los hechos navideños es oíble una voz que habla de la cruz, de la pasión de Jesús, de la señal que es negada, es una voz única. ¡Qué realidad dura ya es visible en el nacimiento del Salvador del mundo! Dios envió a su Hijo en su pueblo, para arreglar la vida caótica, para levantar los que son caídos, para consolar los tristes y para dar a todos una vida llena y feliz, pero los suyos no aceptaron esta posibilidad, sino le mataron: "El vino a su propio mundo, pero los suyos no lo recibieron." Esta negación, esta condenación de Jesús, por su pueblo es la causa que la salvación y la ayuda de Dios no vale exclusivamente para el pueblo Israel, sino es ofrecida a todos los hombres que son envueltos con la misericordia de Dios, que están en las manos de Jesucristo. La salvación que empezó con El, está destinada para todos los hombres. La ayuda está preparada y lista para será recibida. Una realidad, empero, no hemos de olvidar nunca que salvación y ayuda son dependiente únicamente de este Jesús de Nazaret. Sin El, ninguno puede superar las dificultades de su vida. Sin El, ninguno puede recibir la ayuda necesaria. Sin El, no se puede ser un colaborador de El, para impedir que este mundo es destruido y que la humanidad es aniquilada. Conocemos ya tantos intentos de los hombres para hacer más cómoda y linda la vida humana en esta tierra. Ya muchos programas son proyectados para un paraíso en este mundo. Y ¿el resultado de todo esto? El resultado siempre era lo contario de lo que se han proyectado: un infierno para los muchos y un país de Schlarafia para algunos pocos. Pero fracasarán todos nuestros intentos para construir un paraíso en este mundo, no aceptando a este hombre Jesús de Nazaret y su obra, el cual vino hace dos mil años en Belén en esta tierra para ser uno de nosotros. En El está incluída salvación o desastre, preservación o destrucción, progreso o retroceso o catástrofe: "En ningún otro hay salvación que en Jesucristo, porque Dios no nos ha dado el nombre de ningún otro en el mundo, por el cual podemos ser salvos."
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