-1-Kirchenjahr bis Weihnachten 104 | Lugar/Ort:Aldea Protestante
Fecha/Datum:25/12/1977 | Otros Lugares/Weitere Predigtorte: Diamante, 24-12-1977 -spanisch- Grabschental, 25-12-1977 -spanisch- Camarero/Puiggari, 25-12-1977 -spanisch- General Racedo, 23-12-1978 -spanisch- Meroú, 25-12-1978 -spanisch- Reffino, 25-12-1980 -spanisch- Meroú, 25-12- 1975 -deutsch- Reffino, 26-12-1975 -deutsch- Aldea Protestante, 25-12-1976 -deutsch- Grabschental, 28-12-1976 -deutsch- | Año Eclesiástico/Kirchenjahr:1 Navidad - 1. Christtag | Libro Bíblico/Buchbezeichnung:Juan 3: 31 - 36 - Johannes 3, 31 - 36 | | |
Skopus: La relación entre el mundo de arriba y de abajo | | -1-Kirchenjahr bis Weihnachten 104 - Juan 3: 31 - 36 "El que de arriba viene, es sobre todos; el que es de tierra, es terrenal, y cosas terrenales habla; el que viene del cielo, es sobre todos. Y lo que vio y oyó, esto testifica; y nadie recibe su testimonio. El que recibe su testimonio, esto atestigua que Dios es veraz. Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; pues Dios no da el Espíritu por medida. El Padre ama al Hijo, y todas las cosas ha entregado en su mano. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él."
Nuevamente festejamos Navidad con su centro: el Niño en el pesebre en el rancho de Belén, el Niño Jesús de Nazaret. Nosotros, hombres desilusionados del vigésimo siglo, no aceptamos a entusiasmarnos más y por eso nos preguntamos: ¿Qué se realizó en verdad hace dos mil años? ¿Qué sentido tiene todo este para nosotros, viviendo en una situación sin salidas de la historia humana? Conocemos, sí, el camino verdadero, para salir de nuestro dilema, pero negamos irlo. y por eso, nos acercamos siempre más al abismo de un fin terrible. Puede ser que nuestro texto nos dé una contestación de todas nuestras preguntas. El principio del texto testifica que lo que se realizó con Jesús de Nazaret, en medio de este nuestro mundo con padecimientos, tristeza, injusticia, crueldades y angustia, tiene una relación directa con el otro mundo, caracterizado por alegría, salud, justicia y bien para todos. Nuestro texto compara estos dos mundos diferentes así: arriba - abajo, cielo - tierra, Dios - hombre, vida - muerte. Jesucristo, por su nacimiento por María, vino de arriba en este nuestro mundo, caracterizado con abajo, tierra, ser humano y muerte. Y este Jesús tenía del primer hasta el último día de su vida una relación directa con el otro mundo, arriba, cielo, Dios y vida. Por su propia vida testifica el Hijo de Dios que el mundo de abajo sin la relación con el mundo de arriba no puede existir, tampoco el hombre sin Dios puede vivir. El mundo de abajo necesita el mundo de arriba y también el hombre verdadero necesita a su Dios, a su Creador. Queriendo hablar de nosotros, seres humanos, hemos de hablar primeramente de Dios, el cual creó cielos y tierra. Cercándonos a Dios, al mundo de arriba, se perfecciona nuestra humanidad. En el principio hemos dicho que vivimos en un mundo caracterizándose así: Está en destrucción. Los hombres se odian mutuamente. No se pregunta nada por el cumplimiento de una vida verdaderamente humana, Personas viven como animales y actúan como bestias. Toda la humanidad vive en angustia y temor. Diciendo todo esto, sabemos también la causa de esta situación precaria. Hemos destruido las relaciones con el otro mundo de arriba. No queríamos saber nada de Dios, nuestro Creador. Y por eso, de todo esto sigue: nuestro mundo está en confusión, una vida humana con padecimientos, tristeza, enemistad, asesinatos, engaños y opresión. Y la significación del nacimiento de Jesús en Belén comprende la restauración de la relación de nuestro mundo en confusión y en destrucción con el mundo de arriba, con los cielos y con el reino de Dios, para guardar de la destrucción nuestro mundo viejo. En la persona Jesús de Nazaret viene a nosotros el representante del mundo de arriba, para empezar con la salvación del mundo de abajo. Explicando nuestro texto en su expresiÓn: "El que cree en el Hijo de Dios, tiene vida verdadera", quiere decir, entonces, que él que acepta personalmente lo que empezó con Navidad, viviendo como Jeús vivió, nuevamente tiene una relación con el mundo de arriba, con Dios, y colaborando en este sentido también a favor de todos los otros seres humanos. Como colaborador de Jesucristo, el cristiano puede guardar a este mundo de la destrucción. Hace miles de años, un filósofo griego dijO: "Teniendo un lugar fijo afuera de este mundo, podría mover la tierra según mi voluntad." Esta posibilidad hemos recibido por el Niño en el pesebre, por la relación, como dice el texto, con el mundo de arriba. Por esta relación, podemos practicar lo bueno y ayudar a otros, en medio de un mundo, en que el uno engaña al otro. En un undo, en que gobierna el odio, uno contra el otro, nosotros, cristianos, recibimos por Navidad la posibilidad de encontrarnos mutuamente y con otros en amor, confianza y comprensión. Cuando nosotros, cristianos, en nuestro país, como campesinos, comerciantes, trabajadores, gobernantes y gobernados, militares, pastores y sacerdotes, en los últimos años realmente hubiesemos festejado y comprendido los hechos de la Nochebuena, con la voluntad de vivir según el Niño en el pesebre, no estaríamos en la situación actual, en que aún hoy no podemos conocer salidas. Solamente por Navidad, ya por los textos de adviento y navidad, es reconocible una solución de todos nuestros problemas, una solución por la relación nueva con el mundo de arriba. Exclusivamnente un nuevo encuentro con el Niño pobre e indefenso en el pesebre, que renueva nuestra relación con el mundo de arriba, nos trae la paz necesaria que no será la paz de los cementerios, sino la paz "que es más grande de lo que el hombre puede entender y comprender", la paz que puede cambiar también nuestro país a una parte del mundo en que gobierna paz y alegría y justicia, en que cada hombre vive una vida llena. Serán caracterizados los próximos tiempos entre nosotros por lo que nos dio el Niño en el pesebre, guardándonos del abismo de un desastre total, o las reglas de este mundo viejo y de abajo nos llevarán con brutalidad y violencia de todos los lados hacia el caos. La decisión está en lo que nosotros, cristianos, aceptamos el menasje de Navidad: "No tengan miedo, porque les traigo una buena noticia que será motivo de mucha alegría para todos: que hoy nació en el pueblo de David, un Salvador para ustedes, que es Cristo el Señor. ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres que gozan de su favor!"
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