-1-Kirchenjahr bis Weihnachten 090 | Lugar/Ort:Aldea Protestante
Fecha/Datum:24/12/1973 | Otros Lugares/Weitere Predigtorte: Reffino, 25-12-1975 -spanisch- Diamante, 27-12-1977 -spanisch- Hausgottesdienst Köhler Reffino, 24-12-1978 -spanisch- para leer Meroú, 24-12-1978 -spanisch- ,para leer Aldea Protestante, 24-12-1978 -spanisch- Grabschental, 23-12-1980 - ,spanisch- Camarero/Puiggari, 23-12-1967 -spanisch- Paraná, 25-12-1969 -spanisch- Aldea Protestante, 25-12-1974 -spanisch- Aldea Protestante, 24-12-1963 -deutsch- Reffino, 25-12-1963 -deutsch- Camarero, 25-12-1964 -deutsch- (Als Vorlage diente eine Lesepredigt aus Deutschland.) | Año Eclesiástico/Kirchenjahr:Fiesta de Nochebuena - Weihnachtsfest | Libro Bíblico/Buchbezeichnung:Liedvers | | |
Skopus: El Niño es la Luz del mundo | | -1-Kirchenjahr bis Weihnachten 90 - Liedvers "La eterna luz alumbra allá, que al mundo bendecirá; en plena noche nos llegó y en fieles hijos convirtió."
Esta estrofa de un himno navideño de Dr. Martin Lutero cantamos casi todos los años en los cultos de Navidad, porque es expresión de lo que se realizó verdaderamente en la Nochebuena, sí, afirma lo más importante de la Fiesta de Navidad. Primeramente leemos así: "La eterna Luz alumbra allá." En la Nochebuena recibimos visita. Dios mismo nos visita. Viene a nosotros, entra en nuestra aldea, en nuestra casa, dándonos su mano. ¿Conocemos y aceptamos real- y personalmente este hacer de nuestro Dios? Dios no es un huesped desagradable. Con El, en nuestra casa y vida, entran alegría, felicidad y ánimo. También nos da un regalo que es más valioso que todos los otros regalos. El nos se da a sí mismo por y en el Niño Jesús. Donde Dios entra en una casa y en una vida humana, se realizan cosas nuevas y se cambian radicalmente sus actitudes. La luz entra y la oscuridad sale. No es importante de que oscuridad nuestra vida es molestada: enfermedad, tristeza, miseria, temor por los gritos de guerra o enemistad en la familia o en la vecindad. Esto es afirmado también por las palabras de nuestra estrofa: "Que al mundo bendecirá." Donde se festejan verdaderamente Navidad, se retira la oscuridad de nuestra vida y también de nuestro país, también odio, diferencias entre esposos y familias y países saldrán. Personas, viviendo en conflictos, se dan las manos como señal del perdón. Ante el Niño en el pesebre de Belén no es aceptada la diferencia entre gobernantes y gobernados, ricos y pobres, patrones y peones, porque somos desmascados y nos presentamos como un señor nadie y nada, existiendo exclusivamente por la voluntad y el amor de nuestro Creador. Pero el que acepta la entrada de Dios, en la forma de este Niño en el pesebre es su casa y en su vida, cantará también: "Yo te doy la bienvenida; quiere, pues, que me des en mi muerte vida. Viviré, Señor amado, junto a Ti siendo allí feliz a tu lado." La visita de Dios han vivido ya los primeros hombres, Adán y Eva, Abram y los profetas, pero siempre únicamente como ejemplos para la visita, una vez por siempre, en el rancho de Belén. La visita no es una cosa cómoda o fácil para Dios. El Niño en Belén debía vivir lo que significa: "En plena noche nos llegó la luz." Debía entrar en la oscuridad de la humanidad, debía morir por las manos de los hombres. Pero esto no podía impedir que hoy como ayer. Dios está al lado nuestro y nos da, por Jesús su mano de ayuda, también en esta nuestra situación grave. El que comprende esto, entiende el sentido de la Nochebuena, de la Fiesta de Navidad, pero más importante es dejar entrar a Dios en nuestra vida. Se pueden reconocer a una persona que festejó verdaderamente Navidad en lo que entró en su vida la luz, anulando la oscuridad. Así dice nuestra estrofa: "Y en fieles hijos convirtió." Hoy somos invitados a aceptar a Dios en la forma de su Hijo Jesucristo y de su Palabra, cambiándonos de personas de oscuridad en personas benditas. "La eterna Luz alumbra allá que al mundo bendecirá; en plena noche nos llegó y en fieles hijos convirtió."
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