-1-Kirchenjahr bis Weihnachten 005 | Lugar/Ort:Paraná
Fecha/Datum:06/12/1959 | Otros Lugares/Weitere Predigtorte:
| Año Eclesiástico/Kirchenjahr:1 de adviento - 1. Advent | Libro Bíblico/Buchbezeichnung:Marcos 1, 2-4 - Markus 1, 2-4 | | |
Skopus: El mensaje de Juan, que bautizaba. | | -1-Kirchenjahr bis Weihnachten 5 - Marcos 1: 2 - 4 "Como está escrito en Isaías el profeta: He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, que aparejará tu camino, voz de uno que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; enderezad sus veredas. Este mensajero es llamado Juan, el que bautizaba."
Vivimos en el tiempo del adviento. ¿Quién vendrá a nosotros? - No esperamos en este tiempo nuestro tío o nuestra tía, tampoco un político o nuestro presidente. El tiempo del adviento es el tiempo en que Dios viene de los cielos a nosotros en la tierra. Para esta llegada de Dios en el tiempo del adviento debemos prepararnos. Dios tiene en sus manos los cielos y la tierra. De El hemos recibido nuestra vida, nuestra casa y hacienda o todas las otras cosas. Y este Dios viene como un hombre en la tierra. El viene en medio de los hombres como un niñito. El crece como un ser humano. El vive y trabaja como todos nosotros también. El muere como de un día también nosotros moriremos. ¿Por qué Dios hace esto? ¿Por qué Dios es nacido como un hombre? Nuestro Dios quiere conocer personalmente todos nuestros problemas y enfermedades y trabajos y miserias. El quiere saber esto, porque quiere ayudarnos. Fue hecho hombre para darnos la ayuda qué necesitamos como seres humanos perdidos y malditos, para poder entrar en la vida eterna. Por eso también hay la gran voz de la alegría de los ángeles a los pastores pobres y despreciados: "No temáis, porque he aquí, os doy buenas nuevas de gran gozo, el cual será para todo el pueblo; porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor." En el tiempo del adviento nos preparamos para la llegada de esta ayuda, que viene de los cielos. No solamente el tiempo antes de la Fiesta de Navidad, sino todos los días de nuestra vida es tiempo de adviento. Dios viene aun cada día a nosotros para ayudarnos, a ti y a mí. ¿Cómo podemos prepararnos en este tiempo de adviento y todos los días de nuestra vida para recibir esta gran ayuda de los cielos? Para conocer esto tenemos en la cristiandad este tiempo de adviento dentro del año eclesiástico, antes de la Fiesta de Navidad. En este tiempo hay algunos hombres, los cuales pueden decirnos, cómo podemos prepararnos en el tiempo de adviento. Especialmente hay un hombre quien tiene el nombre JUAN, el que bautizaba. El predicó lo que en tiempos anteriores predicaron ya otras personas. Son los profetas. Juan vino para preparar los corazones de los hombres para poder recibir a nuestro Salvador. Y lo que Juan dijo, dice Dios mismo a nosotros. El, Juan, nos explica un camino, para regresar a nuestro Salvador, a Dios y a los cielos. Otra ruta a los cielos no hay para nosotros. O nosotros nos preparamos en el sentido de Juan o Jesucristo no vendrá a nosotros. ¿Cómo podemos prepararnos para el adviento, para la llegada del Señor? Juan dice: Dejad el camino falso y regresad al camino que tiene como destino Dios. Esta es la explicación de la palabra de Dios, cuando leemos: "Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado!" El, Juan, anunció la Palabra de Dios al pueblo viejo de Dios, al pueblo Israel. El fue un profeta y vivió en el desierto. En su tiempo, los hombres debían ir hacia el desierto para poder oír su palabra que es Palabra de Dios. El fue la voz de un profeta en el desierto. ¿Qué diferencia existe entre el JUAN y los otros profetas? Los profetas antes de Juan han predicado también que el Salvador vendrá de los cielos, pero no sabían exactamente el tiempo de esta llegada. Juan podía predicar y anunciar que el Salvador ya está en la tierra, en la ruta a nosotros. ¿Hemos escuchado ya esto? El Salvador está ya en la ruta a nosotros, donde vivimos. El quiere visitarnos. ¿Cómo podemos prepararnos para el adviento del Señor? La contestación es: Ser un poco más tranquilo para poder orar y confesar a Dios: "Oh, Dios, sé propicio a mí, pecador!" o Perdóname, Señor, lo que he hecho en contra de Ti. A quien Dios ha perdonado sus pecados, es un hombre libre, un ser humano con alegría, una persona en el adviento del Señor. Por eso tenemos el tiempo de adviento dentro del año eclesiástico, para que seamos hombres libres y contentos. "El viene el día del juicio, de Dios en comunión: del bueno, beneficio, del malo, maldición. Oh ven, oh ven, bien mío, y a todos llévanos en luz y alegría a la mansión de Dios." (Elaborado ya en el año 1957.)
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