-1-Kirchenjahr bis Weihnachten 004d | Lugar/Ort:Aldea Protestante
Fecha/Datum:04/12/1977 | Otros Lugares/Weitere Predigtorte: Meroú, 29-11-1981 -spanisch- Reffino, 29-11-81 -spanisch- Aldea Protestante, 3-12-1972 -deutsch- Paraná-Hausgottesdienst-Meier, 3-12-1972 -deutsch- Meroú, 16-12-1973 -deutsch- Aldea Protestante, 27-11-1977 -deutsch- | Año Eclesiástico/Kirchenjahr:1 de adviento - 1. Advent | Libro Bíblico/Buchbezeichnung:Mateo 21: 1 - 9 - Matthäus 21, 1 - 9 | | |
Skopus: Die dreifache Bedeutung der Adventszeit | | -1-Kirchenjahr bis Weihnachten -4d- Mateo 21: 1 - 9 " Cuando ya estaban cerca de Jerusalén y llegaron al pueblo de Betfagé, junto al cerro de los Olivos, Jesús mandó dos de sus discípulos y les dijo: Vayan a la aldea que está enfrente. Allí van a encontrar una burra atada y un burrito con ella. Desátenla y tráiganmelos. Y si alguien les dice algo, díganle que el Señor los necesita, y que pronto los va a devolver. Esto sucedió para que se cumpliera lo que el profeta dijo, cuando escribió: Digan a la ciudad de Sión: Mira, tu Rey viene a ti, humilde, montado en una burra, en un burrito, cría de una bestia de carga. Entonces los discípulos se fueron y lo hicieron como Jesús les había mandado. Trajeron la burra y su cría, y pusieron sus ropas sobre ellas y Jesús montó. Y la gente, que era mucha, extendió sus ropas en el camino; otros cortaron ramas de los árboles y las pusieron en el camino. La gente que iba adelante, y también la que venía detrás, comenzó a gritar: ¡Gloria al Hijo del rey David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Gloria a Dios!"
El tiempo de adviento dentro del año eclesiástico tiene una significación triple. Primeramente pensamos en lo que se realizó en medio de la humanidad, hace dos mil años, en el rancho de Belén, como el cumplimiento de las promesas de Dios por la boca de los profetas. Por segunda van nuestros pensamientos en el tiempo de adviento hacia la fiesta venidera de NAVIDAD. Y la tercera explicación está en la pregunta: ¿Qué significa en nuestra vida concreta que Jesucristo intervendrá otra vez en un futuro lejano o cerca dentro de la historia de los hombres? ¿Y en qué manera podemos ser ya hoy sus colaboradores? También ya en el Credo Apostólico, la cristiandad confiesa su fe en el Cristo del futuro: "Y desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos." En el texto de hoy, de la ENTRADA de nuestro Señor Jesucristo en Jerusalén, escuchado ciertamente ya muchas veces en el curso de nuestra vida, es expresada claramente la tercera significación del adviento. Jesús, el Mesías prometido de Dios, entra en la capital de Palestina, Jerusalén, como un rey. Reconocemos por estos hechos que el rey pobre sobre un burro es en verdad el Rey rico y verdero de Dios; el sin poder es el poderoso y el sin país es el a quien todos los poderosos y todos los hombres deben servir y oberdecerle. La entrada de Jesús en Jerusalén es el cumplimientpo de la predicación profética: "Digan a la ciudad de Sion: Mira, tu Rey viene a ti, humilde, montado en una burra." y "¡Gloria al Hijo del rey de David! ¡ Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Gloria a Dios!" Todo esto tiene una paralela en lo que se realizó en el rancho de Belén. Como bébé ya Jesucristo es la ayuda decisiva para cada uno de nosotros y para toda la humanidad. El es que empezó una nueva época, que está aun en marcha. Como niño, no diferenciandose de los otros niños, Jesús es el Hijo de Dios, teniendo en sus manos todos los poderes y toda la potestad en el cielo y en la tierra. Lo que y cómo se realizó todo en Belén, es el cumplimiento de las promesas del Antiguo Testamento. El burro o el asno es un animal de los pobres. Jesús sube a su trono de un rey, pero este trono tiene la forma de una cruz. Está en la cruz, el Rey de Dios, entre cielos y tierra. Y ¿ Por qué? Para estar cerca de nosotros en nuestra vida humana con sus problemas, miserias y padecimientos. Ahora, Jesucristo, con sus problemas y padecimientos, puede comprendernos mejor que todos los otros. Puede solucionar nuestras dificultades y liberarnos de nuestras esclavitudes. Todo este ya estaba anteproyectado en el rancho de Belén. Especialmente, este bébé, nacido en la pobreza, entregado al terror del poder estatal del rey Herodes, es la mano de la ayuda de nuestro Dios, no solamente en antiguos tiempos, sino también hoy. Dios siempre está al lado de los que padecen bajo la brutalidad de los gobernantes, hasta que deja bajar y echar por su Hijo de sus tronos, como dice María en su himno: "Siempre tendrá misericordia de todos los que le tienen temor. A los poderosos hizo bajar de sus puestos, y a los humildes los levantó. A los que tenían hambre los llenó de bienes, y envió a los ricos con las manos vacías." Detrás del pesebre reconocemos ya la cruz. La entrada en Jerusalén también indica en El que aun vendrá, no solamente en El que fue prometido y que vino, sino Jesucristo es también el Señor que vendrá. El realizará en toda la perfección, con la colaboración de los suyos, el Reino de Dios en medio de este mundo. Entonces será visiblemente reconocible para todos los seres humanos como el Señor de todos los señores, como el Creador de un Nuevo Mundo, como El que obró ya mucho por sus discípulos. El hace conocer esta realidad en toda la publicidad a los que son sus colaboradores verdaderos en la instalación de su Reino, pero también a los que solamente son cristianos según el nombre. Adviento y Navidad son señales concretas del futuro de nuestro Señor. Por un himno de adviento cantamos: "Ven, oh Jesús, mi salvación, abierto está mi corazón, entra con tu clemencia en pos, tu suaviadad depáranos. Señálenos tu Espíritu, la senda de beatitud. ¡ A tu nombre, Señor, por siempre prez y honor." Esta estrofa explica que por los 3 aspectos de la significación del adviento se realiza un venir actual de Jesucristo a nosotros. El, el Señor, nos ayuda hoy por su palabra y sacramento y nos llama a ser sus colaboradores. El espera que ayudemos hoy a otros, porque nos ayudó ya en el pasado. El quiere nuestra colaboración a favor de un mundo nuevo y mejor, por el cual El padeció la muerte. También nuestro país, la Argentina, se cambiaría en un paraíso, en lugar de su situación sin salidas, si nosotros cristianos colaboraríamos más a favor del Reino de Dios, en medio de nuestro país, por hechos y palabras. Solamente entonces viviríamos no solamente en la Argentina, sino en todos los países, la aclamación a Jesucristo: "¡Gloria al Hijo del rey David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡ Gloria a Dios!"
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