A nuestros hermanos judíos | Declaración Nº 151 | Lugar/Ort:Revista Parroquial | Fecha/Datum:1991 | | Resumen/Skopus: Publicada en la Revista Parroquial 6/1991. | | Rev. Parroquial Junio 1991 Comisión de Ecumenismo de la IERP. A nuestros hermanos judíos. Una realidad que enfrenta todo ser humano es la muerte. Muerte de un ser querido que se hace necesario despedir y recordar por largo tiempo. Es un rito que la humanidad viene cumpliendo desde tiempos inmemoriales. Lo que sobresale en el acto de enterrar a un ser querido es el sentimiento expresado en el dolor por la pérdida y también el respeto a la memoria del que fue una vez un ser viviente. Por esta razón el sepulcro se transforma en algo con carácter personal y tiene un profundo significado más allá de lo que es un pedazo de mármol y una inscripción en una lápida. La crueldad del hombre ha sabido también despersonalizar a la muerte por diversos métodos destructivos que terminan simbolizados en cementerios llenos de cruces blancas, o a través de fosas comunes, o simplemente haciendo desaparecer a un ser humano, impidiendo el duelo necesario para sus allegados. Esta vez nos vemos enfrentados a un atropello contra aquellos que fueron enterrados dignamente. La forma elegida ha sido la profanación de sus tumbas, que por todo lo que ya hemos expresado, y como personas de fe, no podemos aceptar. Nuestra fe cristiana nos ha enseñado a respetar a todos los muertos, sean o no de nuestro credo. Por eso rechazamos este tipo de actitudes violentas que han sufrido nuestros hermanos judíos en el cementerio de Berazategui, ya sea por respeto a los que yacen en esas tumbas como también para aquellos que aún viven. Este tipo de vandalismo contra nuestros hermanos judíos es una actitud que se viene repitiendo en forma sistemática y continua; y que a veces, por ser tan reiterada, inmuniza a la sociedad para que actúe efectivamente contra estos actos irrespetuosos. Esto nos lleva a no aceptar ningún tipo de discriminación y actos de violencia como éstos. Aquellos que atenten contra la comunidad judía también lo hacen contra cualquiera que no comparta sus obtusos ideales. A través de estas líneas queremos acompañar a toda la comunidad judía en el dolor que sufren por estas profanaciones y lo expresamos públicamente para que se acaben de una vez por todas. Nuestras convicciones cristianas nos respaldan para respetar a nuestros muertos y los de los demás, y esta es la fe que tenemos en la vida más allá de la muerte. No concebimos el respeto mutuo entre los que compartimos esta vida y este mundo si no lo hacemos también con aquellos que una vez convivieron con nosotros. Los saludamos fraternalmente Pastor Rodolfo Reinich Presidente de la IERP Pastor Jerónimo Granados Representante Comisión de Diálogo Judeo Cristiano Pastor Carlos Schwittay Coordinador Comisión de Ecumenismo
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