Entendimiento evangélico del matrimonio por Iglesia Ev.en Alemania | Artículo Nº 123 | Lugar/Ort: - | Fecha/Datum:1985 | | Resumen/Skopus: Notas personales según una elaboración en la Iglesia Evangélica en Alemania, aceptada en enero de 1970. | | Entendimiento evangélico del matrimonio por la Iglesia Evangélica en Alemania. Consideraciónes para el entendimiento evangélico del matrimonio, elaborado por la Comisión del Matrimonio y de la Junta Directiva de la Iglesia Evangélica en Alemania, aceptadas en los días del 14 hasta el 16 de enero de 1970. Prólogo (Introducción): El entendimiento evangélico del matrimonio ......... no se deja formar en verdad a una doctrina completa del matrimonio. El carácter del protestantismo comprende una cierta variedad (multiplicada) de concepciones y opiniones. Esta multiplicidad es la condición previa para el diálogo entre cristianos y para la franqueza en vista de los cambios en la sociedad con sus nuevos aspectos en los problemas matrimoniales y sexuales y de la planificación familiar. Pero a pesar de esta realidad existe una fuerta conformidad que es fundada bíblicamente y da la posibilidad de cumplir el deseo de la Iglesias Católica Romana por una declaración responsable y obligada en el aspecto del matrimonio. La presentación de esta opinión se limita a expresiones fundamentales. I Para el destino y sentido del matrimonio. 1) Las iglesias evangélicas entienden el matrimonio en explicación del texto bíblico y en fidelidad a los libros simbólicos de la Reforma como una alianza de dos personas de ambos sexos, la cual está conforme a la voluntad de Dios. En este sentido aceptan el matrimonio un don disponible de Dios, el cual da a los esposos la responsabilidad para la formación y la conducta de su vida común. Por eso no conocen un ejemplo común y sobrenatural del matrimonio que tiene validez para todos matrimonios en todos los tiempos. El matrimonio no se puede describir definitiva y completamente. El matrimonio como una forma de la vida humana significa tanto un estado con reglas y reglamentos fijos como también una realización concreta de una comunidad conyugal, la cual es exclusiva y amplia. Su forma esencial es la monogamia, pactada de principio para toda la vida. Como tal, el matrimonio está fuera de la disponibilidad de personas o de la Sociedad o del Estado, sin que el en su forma histórica puede retirarse del cambio de los tiempos. 2) Los hijos son don y deber, dados con el matrimonio, números e intervalos entre los nacimientos (partos) está en la responsabilidad de los esposos ante Dios. Un no de principio a hijos falta al destino de la comunidad conyugal completa. Nos fueron concedidos hijos, permanece el sentido de esta comunidad. 3) El matrimonio es un comunidad de amor, en que cada uno se comprende del lado de su esposo o esposa, viviendo a favor de ella o de el, y ayudándole. Para el creyente esta realidad está visible en su importancia más profunda en lo que el matrimonio es un ejemplo de la relación de Jesucristo con su Iglesia: "El se entregó de la muerte por nosotros."- Romanos 8:32- Este amor divino posibilita a los esposos la superación de tensiones, fidelidad en problemas, perdón de culpa y una entrega mutua y siempre más profunda y da el fundamento de los matrimonios de cristianos y también de no-cristianos. Esta realidad del matrimonio verdaderamente no se puede comprender en las escrituras de derecho, leyes y reglamentos. II Para la forma de derechos del matrimonio. 1) El matrimonio como una relación entre hombre y mujer, pactado por las formas del derecho que tienen validez, es aceptado públicamente en todas las culturas y está arraigado en la conciencia de los seres humanos y deja compararse, según estructura e importancia con ninguna otra forma de la vida. Ante tendencias de disolución el matrimonio se mantiene muy estábil, pero los cambios de la sociedad humana tocan también a la institución del matrimonio y de la familia y obligan a la ética y al derecho a hacer nuevas expresiones y explicaciones. 2) Las iglesias evangélicas están en conformidad que el matrimonio está fundado por el consenso de los cónyuges, dado públicamente y aceptan cada matrimonio pactado por el derecho cibil. 3) Las iglesias evangélicas tienen la opinión que no necesitan tomar influencia en el derecho civil en el aspecto de la celebración del matrimonio y del divorcio, siempre que el Estado acepta los requisitos indispensables del matrimonio y guarda su sustancia esencial. Algunos de estos requisitos son elección libre del esposo o esposa, celebración del matrimonio para toda la vida y monogamia ......... En este caso las iglesias evangélicas colaboran si hay la posibilidad con la elaboración de las leyes etcta. y ayudan que cristianos y no-cristianos aceptan estas leyes como practicables, responsables y morales. Elementos esenciales del entendimiento cristiano no fueron introducidos en el derecho civil para el matrimonio. 4) El Estado y la Iglesia han de contar con la posibilidad de una destrucción de dentre o de fuera de un matrimonio. Si el fracasó, el Estado puede ser obligado tomar decisiones a favor de los esposos e hijos en un juicio civil. También esto entendemos como un servicio para el matrimonio ya para la familia. El principio del matrimonio pactado para toda la vida no es anulado por esto. La aceptación de un derecho de divorcio se fundamentó en el saber del poder del pecado. El que quiere imponer con todos los medios del derecho la insolubilidad del matrimonio, valora demasiado la posibilidad de la ley. III Para la bendición nupcial y el trabajo pastoral (cura de alma). 1) La bendición nupcial evangélica presupone el casamiento en el REGISTRO CIVIL y es, prepasada por un diálogo, un culto público con predicación, confesión, oración, intercesión y bendición. Esposos que viven según el ofrecimiento de la predicación del evangelio y confían en el mensaje, reconociendo su matrimonio como un don de Dios y poniéndolo debajo de la soberanía del Señor Jesucristo, forman su matrimonio como un lugar de la prueba de su fe y una vida ante Dios, en la misma manera como por ejemplo la profesión del cristiano. 2) La bendición nupcial de parejas de iglesias diferentes no se diferencia para nosotros de parejas de nuestra propia iglesia. Aceptamos el deseo de una pareja para recibir la bendición nupcial siempre que por lo menos, una parte es miembro de la Iglesia Evangélica y no hay problemas pastorales o dificultades por los reglamentos eclesiásticos. 3) La Iglesia Evangélica entiende por principio la bendición nupcial de divorciados como un caso excepcional, así no anula el principio del matrimonio pactado por toda la vida. Creyendo que se abre por penitencia y perdón un camino hacia un nuevo comienzo a los que son fracasados y se hicieron culpables en su matrimonio, la Iglesia según nuestra opinión no puede negar principalmente y en cada caso una bendición nupcial, sin preguntar por el tratamiento pastoral en el caso especial. Carlos Schwittay Notas personales según una elaboración de la Iglesia Evangélica en Alemania, aceptada en enero de 1970.
|
|